Testimonios
Laura Boldú (Barcelona)

Julio 2014 ingresan a mi madre con una pancreatitis aguda toda la familia se vuelca para acompañarla, fallece en diciembre 2014 sin haber salido del hospital.

El 3 de octubre 2014 de vuelta de un viaje relámpago de trabajo me despierto por la noche con una pequeña molestia, que va aumentando, me parece un cólico nefrítico, por la mañana temprano me acompaña mi hija al hospital, la ecografía muestra alguna piedra en el riñón pero no hay sangre en la orina ni parece que la piedra bloquee nada. El dolor solo se alivia con morfina , me envían para casa pero que pida hora para hacer un Tac, vuelve el dolor, me ingresan y realizan el tac, y la cara de susto de un médico joven … me dicen que tengo un tumor en el páncreas y metástasis en el hígado y algunas lesiones más en el tórax… con el resultado de la biopsia el día 7 de octubre se detecta un tumor neuroendocrino, cojo distancia y hablo de todo lo que está ocurriendo como si le ocurriese a otra persona… la solución me dicen es extirpar el tumor.. El primer cirujano que viene ni siquiera me ve… con el informe decide que no es operable… el dolor estaba controlado y me envían para casa. Yo me encuentro bien, y mi aspecto es de buena salud. El oncólogo que me atiende me explica que es un tumor neuroendocrino bicéfalo de 9 cm una cabeza y 6 cm la otra, por el tamaño no es tratable vía tratamiento químico ya que para reducir un tumor de ese tamaño el tratamiento sería muy agresivo, la mejor vía es operar, me busca un cirujano valiente que me atiende un viernes, me da todas las explicaciones de las consecuencias de la operación (las que puede dar… ya que hasta que no abra no sabe…) me pide un tiempo para mirar el caso con su equipo y promete el lunes darme una respuesta, el lunes me llama la enfermera: el miércoles me ingresaban y el jueves operan , el día 29 de octubre cumpleaños de mis hijas (son gemelas) el día 28 voy al hospital a despedirme de mi madre y compro una pequeña joya para regalar a mis hijas, pensé “si no salgo de esta les quedará ese pequeño recuerdo…” yo estoy muy serena , no me duele nada y me siento bien, me parece surrealista que tenga un tumor tan grande sin notar nada… no tengo la sensación de que me vaya a morir… Me realizan una duodenopancreatectomía total, gastrectomía parcial, lo cual quiere decir extirpan páncreas, bazo, vesícula biliar, duodeno y parte del estómago!! Cambian los conductos para que la bilis vaya directamente al intestino. Soy diabética total!! Una vez superado el postoperatorio, (el 29 de noviembre pude visitar a mi madre que seguía ingresada) estoy viva! Y con calidad de vida… insulinodependiente, también tengo que sustituir las enzimas pancreáticas por sintetizadas vía oral, y tengo muchos problemas para absorber los nutrientes de la comida, con frecuentes diarreas etc… Pero Viva!! Y recuperándome!!!

El 3 de febrero 2015 me ingresan para extirpar unas pequeñas lesiones que quedan en algún ganglio en la parte del tórax, está se realiza por endoscopia.

La buena noticia es que la metástasis del hígado va remitiendo…

En abril de 2015 empiezo con problemas en la vía biliar , debido a la operación el conducto se ha bloqueado… en julio decidimos poner un Stent biodegradable que ayude a ensanchar la vía, en agosto aparece un bulto en mi abdomen… es solo una hernia… en diciembre el Stent se degrada y desaparece y vuelven los problemas, no hay más remedio que volver a operar, todo se complica… la piedra del cólico nefrítico del inicio, se ha movido y bloquea el riñón , hay que poner un drenaje en el riñón para que circule la orina antes de operar la vía biliar, la operación va bien, vuelvo a casa estoy muy débil sigo con infección a causa del riñón y hago un choque séptico, mi hija me lleva al hospital completamente desorientada… por la mañana es la primera vez que estoy asustada.. es la primera vez que lloro… me dejan allí una semana con antibióticos vía venosa y salgo de un hospital para entrar en otro y quitar la piedra con una punción en el riñón, se trata de sustituir el tubo del drenaje por otro más ancho y aspirar la piedra.

A sugerencia de mi endocrino pido una segunda opinión con otro oncólogo pero desafortunadamente carece de ningún tacto para tratarme. Mi hija y yo salimos de allí, como alma que nos lleva el diablo… busco una tercera opinión con un oncólogo especializado en canceres atípicos, que es el caso. Actualmente el oncólogo que me lleva solo me hace ponerme una inyección cada 28 días, es el tratamiento más light para este tipo de tumores… Todo el mundo me dice que estoy más guapa y más joven más serena, mi cara se ve más feliz que antes de… yo he acompañado estos dos años con meditación, he aprendido a canalizar y usar mi energía de forma positiva, a estar relajada y a no dejar que el miedo, el stress o la negatividad me afecte y estoy profundamente convencida de que ha sido parte de mi recuperación.

El sentirme querida por mi familia amigos y compañeros también me ha ayudado mucho. Mis controles actuales son casi normales y estables… he aceptado mi enfermedad y convivo con ella y no le tengo miedo, todos tenemos fecha de caducidad y solo deseo que cuando llegue, llegue de una forma suave y sin dolor, no me preocupa… mientras vivo plenamente la oportunidad que me ha dado la vida.. soy feliz!!

Julio, 2017