Soy Ana Navarro Pulido y en enero del 2020 me diagnosticaron un tumor neuroendocrino funcional reproductor de calcitonina en la cola del páncreas, con metástasis hepáticas bilaterales.
Recuerdo que lo primero que hice al salir de la consulta es llamar a mis hermanas una por una para contárselo. Ellas ni se lo creían.
En realidad, yo estaba bien: tenía algunas gastroenteritis seguidas; otro día tuve un dolor intenso en la boca del estómago; y otros días las tripas me sonaban como si tuviera una jaula con leones en su interior. Por lo demás, estaba estupenda.
Cuando te dan la noticia, no es tanto lo que te dicen en ese momento, sino como te lo dicen, que en mi caso fue sin tacto alguno: "hay cita en el oncólogo hoy mismo porque hay que ganar tiempo". Y yo pensaba...¿Tiempo para qué?¿Qué es lo que me está diciendo este señor? Menos mal que esa tarde fui a la consulta de mi oncólogo actual y él me tranquilizó un montón. Me explicó qué tipo de tumor era, pero claro, con solo un TAC no era suficiente y había que hacer más pruebas para poder poner nombre y apellido al tumor... ¿Os suena, verdad?
Tras una intensísima semana sin comer por las muchas pruebas que me realizaron, vino mi oncólogo a la habitación del hospital y me dijo que lo mejor es no tener nada, pero dentro de lo que hay es el mejor pronóstico que te puedo dar. Pues con eso es con lo que me he quedado.
Antes yo era una persona que no iba al médico; en tal caso, solo para alguna revisión ginecológica y poco más.
En este momento de mi vida todos los meses tengo que ir al oncólogo, hacer análisis y, cada tres meses, someterme a las pruebas de radiodiagnóstico (TAC y resonancia magnética).
Como sabéis todos, en marzo del 2020 sobrevino la pandemia del coronavirus. Solo habían pasado 2 meses desde que me dieron el diagnóstico y ahora me tenía que encerrar en casa con mis dos hijos y nadie más. ¡Qué horror! ¡Lo que me faltaba! Con lo que a mí me gusta socializar y más ahora con mi enfermedad.
Entonces, a los pocos días de empezar la pandemia, en mi trabajo me propusieron hacer junto con mi compañero Emilio el famoso video de "Resistiré" con las fotos de todos los compañeros que quisiéramos participar. Creando este video y hablando con mi compañero Emilio me pasaba las horas muertas. Nos daban las 4 de la mañana o más... Y por eso nos acabamos bautizando como "los búhos".
Y pasaron los días, las semanas y los meses... Hoy, Emilio y yo somos pareja y él es una de las personas que más ha tirado de mí para ayudarme en mi objetivo: estar cada día mejor.
Las cosas pasan por algo y ese algo apareció en mi vida en forma de cáncer para avisarme y para darme cuenta de que hay que parar y mirar alrededor y querernos más. Cada uno de nosotros nacemos para hacer historia, así que crea tu historia. Recordad que estamos vivos, es lo que cuenta!
Noviembre, 2021